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ROTTERDAM 2022: MALINTZIN 17 DE EUGENIO POLGOVSKY Y MARA POLGOVSKY




Por MĆ³nica Delgado

Hoy comienza la 51Ā° ediciĆ³n del Festival Internacional de Cine de Rotterdam, que va desde el 26 de enero al 6 de febrero, y que como pasĆ³ el aƱo pasado, se realiza nuevamente de manera online. Este aƱo hay tres pelĆ­culas latinoamericanas en su competencia de largometrajes, la Tiger competition, Proyecto fantasma, del chileno Roberto Doveris, EAMI, de la paraguaya Paz Encina, y Malintzin 17, de Mara y Eugenio Polgovsky. Comenzamos este texto con un anĆ”lisis del film pĆ³stumo del mexicano Polgovsky, hecho a dos manos con su hermana Mara.

Eugenio Polgovsky falleciĆ³ repentinamente y tempranamente en 2017, y dejĆ³ un legado valioso en el Ć”mbito del documental latinoamericano. Si vemos su obra en panorama podemos afirmar que hay una correspondencia entre su primer documental TrĆ³pico de CĆ”ncer (2004), y la pĆ³stuma Malintzin 17 (2022), en la medida que son obras que interpelan la relaciĆ³n de la naturaleza y las comunidades, en su supervivencia, en medio de contextos adversos. Aunque los modos de observaciĆ³n sean distintos, y los objetos de atracciĆ³n del punto de vista tambiĆ©n, la percepciĆ³n del paso del tiempo, la definiciĆ³n de las formas de los entornos, asĆ­ como los procesos de una bĆŗsqueda expresiva marcada por el minimalismo, pueden resultar similares.

Polgovsky fue cineasta y director de fotografĆ­a. DirigiĆ³ tambiĆ©n las obras Los Herederos (2008), Mitote (2012) y ResurrecciĆ³n (2016), centradas en el registro de expresiones y experiencias desde mixturas sociales, pero tambiĆ©n desde una visiĆ³n crĆ­tica sobre problemĆ”ticas de las comunidades rurales desde la condiciĆ³n laboral o relaciĆ³n con el entorno. Por otro lado, Mara Polgovsky continuĆ³ la herencia de la productora Tecolote Films, fundada por su hermano, y tras colaborar en los documentales mencionados. Ella es maestra en Historia por la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de ParĆ­s y doctora en Estudios Culturales Latinoamericanos por la Universidad de Cambridge. Fruto de esa continuidad es el largometraje Malintzin 17.

En Malintzin 17, Eugenio Polgovsky registra desde su ventana la cotidianeidad de un barrio de clase media en Ciudad de MĆ©xico. Desde su casa en CoyoacĆ”n, y junto a su hija Mile, el cineasta explora su propia dinĆ”mica paterno filial, pero marcada por un suceso inesperado: un paloma que hizo su nido en un poste frente a la ventana mientras a metros hay un frondoso Ć”rbol. A travĆ©s de siste dĆ­as y sus noches, padre e hija van generando preguntas y respuestas sobre la naturaleza del ave, pero tambiĆ©n sobre juegos o pensamientos que establece la pequeƱa hija. Esta relaciĆ³n interior, en algunos casos desde diĆ”logos en off, se complementa con aquello que Polgovsky registra en esos momentos: vendedores de gas o tamales, skaters, amigos tomando un descanso en alguna vereda, madres e hijos yendo a la escuela, personas que suben y bajan de autos. Desde un segundo piso, Polgovsky va recuperando, desde todo lo que le permite la ubicaciĆ³n del ventanal, estos matices cotidianos, mil y una veces vistos, y que bajo el ojo del cineasta lucen Ćŗnicos y como parte de una rutina urbana sin pormenores mientras una paloma mantiene caliente su nido pese a todo.

A pesar de haberse rodado mucho antes de la pandemia, Malintzin 17 parece ser un film provocado por el confinamiento. Polgovsky se planta una y otra vez en su ventana, con cĆ”mara en mano, para atrapar todos estos sucesos anodinos, de una normalidad que por momentos destilan momentos sentidos de una poĆ©tica de lo urbano. Esta mirada desde el interior de un departamento, sin salir de Ć©l, toma como metĆ”fora de un forzado desplazamiento a la figura de una paloma que construye su nido en un lugar antinatural, un poste lleno de cables, que revelan tambiĆ©n ese reordenamiento de la urbe a partir de un tipo de modernidad. La atracciĆ³n de Eugenio y su hija por la paloma y su nido se va volviendo en la evidencia de una resistencia. Es inevitable no conmoverse con las acciones de una paloma por preservar su hogar en medio de una lluvia torrencial. La elecciĆ³n forzosa e instintiva de esta paloma por construir este nido es un poste y no en un hermoso Ć”rbol contiguo habla de una dimensiĆ³n quizĆ”s inexplicable o que Polgovsky intenta responder desde los silencios: quizĆ”s es un Ć”rbol que le pertenece a otros.

Si bien podrĆ­a pensarse que las formas de la observaciĆ³n en primera persona de Malintzin 17 se han visto en decenas de documental, este film contiene precisamente algo que muchas obras adolecen, que es la epifanĆ­a de encontrarse con estos sucesos de lo sorpresivo, captar el valor de la inmediatez, de aquello que asoma a paso lento en el momento preciso. El documental como oportunidad de hacer visible lo invisible. Y los Polgovsky lo logran, tambiĆ©n desde las decisiones de la cuidada ediciĆ³n de Mara y Pedro GonzĆ”lez-Rubio, como esa escena que registra el paso de la densidad de una noche bajo el influjo de una melodĆ­a de la contemplaciĆ³n. Y sobre todo porque Malintzin 17 tambiĆ©n es un film sobre la memoria sonora de una ciudad que se va transformando, de llamados de vendedores, de armĆ³nicas de afiladores de cuchillos, de antiguos pregoneros aĆŗn vigentes. Sonidos de la urbe que acompaƱan sin querer a un ave que resiste.


Competencia oficial DirecciĆ³n y fotografĆ­a : Eugenio Polgovsky Guion: Mara Polgovsky EdiciĆ³n: Pedro GonzĆ”lez-Rubio, Mara Polgovsky MĆŗsica: Javier Umpierrez MĆ©xico, 68 min, 2022


Para leer la nota original publicada en https://desistfilm.com/ da click aquĆ­.

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