La directora Mara Polgovsky, hermana del cineasta fallecido en 2017, estrena en MĆ©xico āMalitzin 17ā², un documental editado de forma pĆ³stuma con material grabado por el realizador
MĆ©xico - 18 MAR 2022 - 22:20 CST
Los hermanos Eugenio y Mara Polgovsky.
āĀæQuĆ© estĆ”s filmando? Puede darle miedo, puede ser que le vas a dar un pistolazo o algo asĆ.
āPuede pensar eso por la cĆ”mara, Āæno? Pero la cĆ”mara no hace eso. ĀæQuĆ© hace la cĆ”mara?
āFilma.
āĀæY quĆ© es filmar para ti?
Un padre y una hija graban desde la ventana de su departamento una tĆ³rtola que ha anidado entre la maraƱa de cables negros, donde la ciudad le ha dejado lugar. El pĆ”jaro no se mueve por nada mientras da calor al huevo que protege bajo cuerpo. El cineasta Eugenio Polgovsky lo enfoca durante ocho dĆas; su hija Milena estĆ” con Ć©l mientras los dos conversan sobre el cine, la ciudad o el medio ambiente. Las ocho horas de video en bruto quedaron guardados entre discos de ocho, 10 o 12 terabytes de material. Fue Mara Polgovsky, hermana del realizador, quien lo descubriĆ³ tras la muerte del cineasta en 2017 y lo editĆ³ en el documental Malintzin 17, estrenado esta semana en MĆ©xico. āEugenio llevĆ³ su propio interĆ©s por la paternidad hacia los temas que Ć©l ya venĆa trabajandoā, cuenta Polgovsky.
La tĆ³rtola en 'Malintzin 17', de Mara y Eugenio Polgovsky.
Eugenio Polgovsky, como su hermana, tenĆa una adoraciĆ³n por los pĆ”jaros. En su casa de la infancia siempre hubo algĆŗn perico, varios canarios. La familia contaba, incluso, que un bisabuelo tenĆa tal obsesiĆ³n por volar que construyĆ³ unas alas y se tirĆ³ desde lo alto de una iglesia. āEs muy difĆcil capturar un pĆ”jaro [con la cĆ”mara], es casi imposible. Y de pronto, enfrente de la casa de Eugenio, habĆa un pĆ”jaro estacionadoā, dice la cineasta (Ciudad de MĆ©xico, 38 aƱos), que presentĆ³ la pelĆcula en el Festival Internacional de Cine de la Universidad Nacional AutĆ³noma de MĆ©xico (FICUNAM), donde recibiĆ³ una menciĆ³n especial en la competencia internacional. āSabĆa que Eugenio lo habĆa filmado y habĆa estado fascinado por ese material, pero encontrĆ© muchas mĆ”s capasā, agrega.
Explorando las grabaciones Mara Polgovsky descubriĆ³, por ejemplo, la presencia de su sobrina, una niƱa de cinco aƱos curiosa y crĆtica que hace preguntas difĆciles. La niƱa le deja agua y comida al ave en la ventana, pero el pĆ”jaro permanece inmĆ³vil. āEse me parece que es un pĆ”jaro falsoā, dice cuando su padre le pregunta por quĆ© serĆ” que hizo el nido en los cables y no en los Ć”rboles. Abajo, la ciudad se mueve a su ritmo. Pasan los vendedores de chicharrĆ³n, dos amantes se despiden, un motor arranca. Una serie de personajes urbanos que se mueven durante una hora por la calle Malintzin de CoyoacĆ”n, al sur de MĆ©xico, donde vivĆa Eugenio Polgovsky. āLa ciudad es donde no hay naturalezaā, observa la niƱa, ābueno, un poquito sĆā.
Milena, la hija de Eugenio Polgovsky, en un fotograma de 'Malintzin 17'.
Mara Polgovsky eligiĆ³ Malintzin 17 como tĆtulo para el documental porque es la direcciĆ³n desde la que su hermano mirĆ³ la ciudad, pero tambiĆ©n en referencia a la Malinche, la intĆ©rprete indĆgena del conquistador HernĆ”n CortĆ©s. Como directora quiso ser āinvisibleā y actuar como una ātraductora entre dos mundos, el de los muertos y el de los vivosā. āComo la parte fĆsica de alguien que estĆ” mandĆ”ndome seƱales de otro lugarā, seƱala. Pero inevitablemente sus gestos aparecen.
āMe costĆ³ mucho trabajo situarme como directora frente un material filmado por otroā, explica. Aunque habĆa trabajado como productora, coguionista y asistente de direcciĆ³n en las pelĆculas dirigidas por su hermano, le preocupaba que el documental alcanzara āla dignidadā suficiente. āEra caminar detrĆ”s de los pasos de un gigante, Ć©l era brillanteā, dice. āEmpecĆ© muy tĆmida y me terminĆ© posicionando. Yo era una mujer rodeada de muchos hombres en el proceso de posproducciĆ³n, muy talentosos, pero pues yo era la que les tenĆa que decir quĆ© hacerā, explica. Una de sus decisiones como directora fue convertir a su hermano en personaje. āNo sĆ© si Ć©l lo hubiera hecho. Nunca se puso a Ć©l, nunca puso su voz ni su cuerpoā, explica.
Eugenio Polgovsky estrenĆ³ cuatro documentales en su carrera. El primero, TrĆ³pico de CĆ”ncer (2004), inspirĆ³ la creaciĆ³n del festival de documentales Ambulante, creado por los actores Diego Luna y Gael GarcĆa Bernal. El filme retrata a una familia que vende animales y plantas junto a la carretera en el desierto de San Luis PotosĆ. DespuĆ©s, hizo Los herederos (2008), sobre los niƱos trabajadores y campesinos de zonas rurales del paĆs; Mitote (2012), que transcurre de forma caĆ³tica en el ZĆ³calo de Ciudad de MĆ©xico entre aficionados eufĆ³ricos del fĆŗtbol, chamanes y electricistas en huelga de hambre, y ResurreciĆ³n (2014), sobre la muerte del RĆo Santiago, en Guadalajara, y las enfermedades que causa la contaminaciĆ³n.
A diferencia de las anteriores pelĆculas, en las que Eugenio Polgovsky estĆ” muy cerca de los personajes, usualmente habitantes de zonas rurales y marginadas de MĆ©xico, en Malintzin 17 el director graba desde lejos y desde el interior de su propia casa.
āĀæQuĆ© cambiĆ³?
āNo es un proyecto que necesariamente cambie la lĆ³gica de todo su cine. Pero Eugenio se convirtiĆ³ en padre y eso lo hizo sentirse mĆ”s vulnerable y a decir āokay, yo no quiero que me maten en una filmaciĆ³nā. La violencia en MĆ©xico empezaba a poner lĆmites a cĆ³mo filmar ciertos temas.
La pelĆcula resulta finalmente una historia sobre tres personajes āEugenio, su hija Milena y la tĆ³rtolaā que se cuidan entre sĆ. āEra muy fĆ”cil que todo fuera muy triste en la pelĆcula, intentĆ© alejarme de esoā, dice Mara Polgovsky. De su hermano, quiso ārescatar un cine muy poco manipulador, que te invita a observar desde la libertad, y su mirada pictĆ³rica y poĆ©ticaā. āLogramos un efecto muy realista, pero realmente detrĆ”s de ese realismo hay mucha construcciĆ³nā, explica. En el material crudo, por ejemplo, la niƱa aparece solo durante dos dĆas y fue necesario usar efectos especiales para hacerla āperdurarā en el filme. āLa construcciĆ³n, sin embargo, es mĆ”s fidedigna de la relaciĆ³n entre ellosā, aclara. āAsociamos la ficciĆ³n con la mentira, y mĆ”s bien vivimos, luchamos, amamos por ficciones. ĀæQuĆ© mĆ”s ficciĆ³n que el amor?ā.
Para leer el artĆculo original publicado en elpaĆs.com haga click aquĆ.